¿Quién soy yo?

La forma en que respondemos esta pregunta determina la forma en que pensamos y actuamos. Una persona que tiene una visión distorsionada de sí misma tiende a hacerse daño e incluso puede provocarse la muerte.
Consideremos, por ejemplo, a las personas que padecen de anorexia, una enfermedad psicológica (y espiritual) que distorsiona su percepción sobre sí mismos y hace que por muy delgados que se encuentren piensen que tienen sobrepeso. La afamada modelo uruguaya Luisel Ramos, de 22 años, padecía de anorexia y engañada por su enfermedad buscaba bajar de peso cada vez más, el 3 de agosto del 2007 murió de desnutrición frente a todas las cámaras de televisión en medio de un desfile de la ‘Semana de la Moda en Montevideo’.
El célebre psicólogo social alemán Erich Fromm escribió el siglo pasado: “La necesidad de un sentimiento de identidad es tan vital e imperativa, que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún modo de satisfacerla“

La identidad Familiar

Así como los individuos las familias tienen identidad y de la misma manera que una mala percepción de la identidad de una persona puede ocasionar trastornos en su manera de vivir a menudo las crisis familiares se deben a la manera en que esa familia es percibida por uno o más de los miembros. Problemas como la falta de unidad, la rebeldía, los celos, un mal manejo de la ira o la infidelidad son fruto por lo general de la poca importancia que le da nuestra sociedad a la familia y sus valores.
En términos humanos, ligamos la identidad de una familia a su apellido. Esto, sin embargo, los identifica superficialmente. La identidad familiar tiene una raíz más profunda y para conocerla debemos ir al origen mismo del concepto de familia.

La primera familia
Consideremos lo que dice la Biblia en:

Gen 1:26-27 Entonces Dios dijo: "Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen. Él tendrá poder sobre los peces, las aves, los animales domésticos y los salvajes, y sobre los que se arrastran por el suelo." (27) Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen; varón y mujer los creó,

En esta breve cita la Palabra de Dios señala muchas verdades valiosas que nos pueden ayudar a descubrir nuestra verdadera identidad y la de nuestra familia. Acá se afirma que somos:

1. Hechura de Dios.


2. Imagen y semejanza del Creador.


3. Planificados y diseñados con un propósito.


4. Autoridad sobre aves, animales, plantas y sobre toda la tierra.
   

Es importante destacar que

Cuando Dios decide crear al hombre a su imagen y semejanza no planifica un individuo sino una comunidad de varón y hembra, una familia. Un retrato es mejor mientras más se parezca a la persona a la que representa, nosotros somos imagen de Dios y debemos parecernos a Él.

Si usted se desea conocerse a sí mismo de conocer primeramente a quien le creó y entender el plan que Él tuvo para haberle creado, acérquese a Dios con un corazón dispuesto e invítelo a su vida, Él no le rechazará.

También debemos decir que el modelo de la relación perfecta en el seno de una familia es la relación que tienen entre sí las personas de la Santísima Trinidad, pero eso lo veremos en otro envío.